Hace algún tiempo, desde el Banco Mundial se afirmaba mediante un informe que la energía solar, en el pasado vista como posibilidad remota, representaba un factor de cambio, una apuesta de calidad para los países que la adopten.
¿Qué quiere decir esto? Que la instalación de placas fotovoltaicas tanto en el hogar como en la industria será cada vez de uso más frecuente, dado que en los últimos años las fuentes de energía renovables han crecido en gran porcentaje, teniendo en cuenta que la gran hazaña de la tecnología de nuestro tiempo consiste en buscar formas de energía sustentables, en función del cuidado del medio ambiente, la competitividad y los costes.
Hoy descubriremos cuál es el uso actual de la energía fotovoltaica y cómo se transformará este segmento con el nuevo Real Decreto.
Entendiendo el concepto de energía fotovoltaica
Lo que entendemos por energía fotovoltaica es una fuente energética que produce electricidad de origen renovable. La misma se obtiene de forma directa a partir de la radiación solar, gracias a un dispositivo semiconductor denominado célula fotovoltaica.
Una célula fotovoltaica es un dispositivo electrónico que permite transformar la energía de la luz en electricidad, mediante el efecto fotovoltaico. Este es el componente principal que da origen a los paneles fotovoltaicos, los cuales, al ser emplazados en instalaciones domésticas o industriales, permiten distintas aplicaciones.
Ahora bien, teniendo en cuenta que los expertos en energía fotovoltaica aseguran que precisamente el sol es una fuente inagotable de calor y energía, estimando una vida útil superior incluso a los 6.000 millones de años, si el hombre aprende a aprovecharla debidamente la dependencia de los combustibles fósiles será cada vez menor con las innumerables ventajas que de ello se desprende.
Y, precisamente con el fin de aprovechar este recurso de la mejor manera, desde el Gobierno se ha publicado recientemente el nuevo Real Decreto Ley 15/2018 con el fin de propiciar mayores aplicaciones de la energía fotovoltaica en los hogares y la industria.
¿Qué cambia con el nuevo Real Decreto en energía fotovoltaica?
Aunque son muchos los aspectos que tienen lugar en el nuevo Real Decreto Ley 15/2018, desde aquí nos enfocaremos en el autoconsumo y la energía fotovoltaica.
Adiós al impuesto al sol
Indudablemente, esta es la gran novedad del nuevo Real Decreto Ley 15/2018. Se trata de la eliminación del famoso impuesto al sol.
¿En qué consistía el impuesto al sol? Se trataba de un cargo que debía pagarse en los casos de instalaciones de placas fotovoltaicas que no estuvieran totalmente aisladas de la Red Eléctrica, es decir, que a los propietarios de dichas instalaciones se añadía un impuesto al habitual por el derecho a utilizar la red.
Por supuesto que esto suponía un obstáculo para el crecimiento de instalaciones de paneles fotovoltaicos, en tanto, los usuarios debían pagar de más, pese a reducir el consumo energético, en concepto de “peaje” por el uso de la red. Por ello, para muchos organismos, compañías del sector y usuarios, este impuesto se constituía como un verdadero despropósito.
Autoconsumo compartido
Otra importante novedad que introduce el Real Decreto con respecto a las aplicaciones de la energía fotovoltaica en la industria, o para los particulares, está vinculado al autoconsumo compartido. “Se reconoce el derecho al autoconsumo compartido por parte de uno o varios consumidores para aprovechar las economías de escala”, reza en la nueva legislación.
Además, en este caso, se elimina la obligación de que la instalación se encuentre en el mismo edificio, dado que ahora puede estar próxima al mismo, en líneas derivadas del mismo centro de transformación.
Simplificación administrativa y técnica
Otro de los puntos que se introducen en el nuevo Real Decreto puede ser de los más relevantes, en tanto, facilita las gestiones administrativas que deben realizarse con el fin de poder instalar placas fotovoltaicas en los hogares. Este cambio implica la simplificación del papeleo, en otras palabras.
A partir de ahora, las instalaciones domésticas y todas aquellas que no vayan a verter energía a la red, no deben pedir permiso a la compañía eléctrica para conectarse. Al mismo tiempo, se elimina el segundo contador que generaba demasiadas dificultades, puesto que encarecía y complicaba la legalización de las instalaciones.
También se elimina la obligación de darse de alta en el Registro de Autoconsumo. Las Comunidades Autónomas tendrán la facultad de llevar un control de las instalaciones, pero exigiendo únicamente la documentación técnica ordinaria.
¿Por qué instalar placas fotovoltaicas en la actualidad?
Este nuevo Real Decreto supone una auténtica transformación del segmento energético, pero específicamente, un cambio sustancial en la política de energía fotovoltaica, enfocada en brindar un claro beneficio al conjunto de la sociedad.
Con esta nueva legislación, la instalación de paneles fotovoltaicos se torna aún más competitiva para reducir los costes por consumo energético en el hogar. Debemos tener en cuenta que una de las principales modificaciones que introduce el Real Decreto es precisamente la eliminación del impuesto al sol, es decir, el cargo o peaje que antes pagaba cualquier usuario por apostar al autoconsumo.
Por otro lado, se trata esta de una enorme oportunidad en cuanto a la facilidad que tendrá a partir de ahora iniciar con las tareas de instalación de las placas fotovoltaicas en casa, dado que ya no se deberán tramitar permisos específicos como antes frente a la compañía eléctrica, o en el Registro de Autoconsumo. Esto agiliza los procesos, permitiendo que puedas disfrutar de los beneficios de la energía fotovoltaica en menor tiempo.
Por supuesto que todo esto supone enormes beneficios, pero indudablemente, la derogación de impuestos, la rapidez y agilidad en las tramitaciones y, sobre todo, el hecho de que la energía fotovoltaica como tal representa una enorme ventaja en materia de ahorro de consumo en el hogar, hacen posible que la inversión en la instalación de paneles fotovoltaicos se amortice en menos tiempo.
Es preciso tener en cuenta, además, que la electricidad producida con energía fotovoltaica se abarata cada vez más, haciendo incluso aún más rentable la inversión en ella.
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